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Chile lidera innovadora reconstrucción craneofacial con impresión 3D

Accidentes laborales o enfermedades congénitas pueden originar daños en huesos del cráneo y cara, pero en nuestro país gracias al uso de esta tecnología de avanzada se logra la reconstrucción funcional y estética beneficiando a miles de personas.

No es ciencia ficción lo que muchos chilenos ya experimentan satisfactoriamente: que algunos huesos de su cara o cabeza dañados por accidente o enfermedad puedan ser reconstruidos gracias a una impresión 3D y, con ello, lograr una rehabilitación tanto de funcionamiento de sus órganos, como también estética.

Veamos un ejemplo simple: producto de un accidente de tránsito o laboral una persona puede sufrir un traumatismo craneofacial que –incluso– a simple vista se hace evidente. Hasta ahora las soluciones ofrecidas eran sobre la base de prótesis tradicionales, por ejemplo, de titanio, pero el avance tecnológico permite actualmente brindar una novedosa, rápida y menos onerosa solución.

“Las principales causas de daños en la región cráneo-maxilofacial se deben a traumatismos (accidentes de tránsito o laborales), cáncer, malformaciones congénitas, o también, existen personas que desean solamente mejoras estéticas”, explica Ilan Rosenberg, protesista reconstructivo craneofacial y fundador de Laboratorio Arcomed, pioneros en Chile en implantes a partir de impresión 3D de piezas de Poliéteretercetona (PEEK), un polímero de alto rendimiento, bioinerte, con características biomecánicas que simulan un hueso.

Al servicio de pacientes

El número de pacientes que busca recuperar su calidad de vida perdida o bien restaurar su capacidad funcional es cada vez mayor. En ese sentido, la rehabilitación cráneo-maxilofacial se enfoca en todos aquellos procedimientos clínicos o técnicos, destinados a devolver de manera íntegra la funcionalidad y estética del territorio cráneo-maxilofacial, que ha sido comprometida por alguna causa.

Y hoy existe en Chile la tecnología para solucionar gran parte de los desafíos que muchos pacientes presentan, sin necesidad de realizar un viaje al extranjero.
“La impresión 3D es una herramienta al servicio de los pacientes. La utilizamos en varios procesos lo que permite que los pacientes cuenten de manera personalizada con sus rehabilitaciones en un periodo de tiempo inédito, ya que con cualquier alternativa, estos debían esperar varios meses para poder solucionar la falta de algún segmento óseo, por ejemplo, tanto a nivel facial como de cráneo”, afirma el protesista Rosenberg.

“Por otra parte, la impresión 3D acerca la tecnología a los pacientes, permite realizar muchos tratamientos que no eran posibles en el país, y además abarata costos a nuestros pacientes con respecto a las demás alternativas de manufactura”, destaca el especialista.
En Arcomed cuentan con estrictos protocolos de trabajo, los cuales junto con el uso de materiales y herramientas digitales de primer nivel (ISO, FDA), los posicionan como el único manufacturador (con todos los certificados requeridos) de este tipo de implantes protésicos craneofaciales customizadas en Chile.

“Nos caracterizamos por brindar un trato personalizado tanto al paciente como a los profesionales que fabrican sus rehabilitaciones con nosotros”, finaliza el socio fundador de Arcomed.

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