Región Metropolitana, Valparaíso y Bio-Bio han concentrado la mayor parte de las renegociaciones
Luego de que se haya cumplido 11 años de la promulgación de la Ley 20.720 o Ley
de Quiebra, la abogada Cherie Alderete, experta en insolvencia y CEO de Tu Asesora
Legal, explicó por qué es buen momento para aferrarse a esta normativa para finalizar el
año sin deudas.
La quiebra, también conocida como liquidación voluntaria, es un proceso legal que
permite a una persona deudora o empresa deudora extinguir sus deudas. Esto, cuando ya
no es posible cumplir con las condiciones de pago o se perdió la capacidad de pago. Según
explicó Cherie Alderete, “el único requisito esencial para presentar tu liquidación, es la
insolvencia y asesorarse con una experta. Desde la verdad absoluta, reconocer que no solo
hay deuda, sino que el ingreso no es suficiente en ningún caso para asumir el pago de las
deudas”.
En Chile, este procedimiento se encuentra regulado por la Ley de Insolvencia y
Reemprendimiento, también conocida como ley 20.720 o Ley de Quiebras. Esta solución
busca entregar una salida ordenada tanto a las personas naturales como a empresas que
ya no pueden pagar sus deudas.
Aferrarse a esta ley en esta fecha podría traer varios beneficios para las personas
naturales que se encuentran endeudadas y no pueden pagar. La CEO de Tu Asesora Legal,
dijo que: “Al declararse la insolvencia, se activa de inmediato la suspensión de juicios
ejecutivos, embargos, llamados de cobranza, intereses y recargos. Para alguien que
enfrenta alta presión en diciembre, mes en que suelen acumularse gastos, esta protección
otorga un respiro jurídico y emocional inmediato”.
También la abogada argumentó que, mientras más pronto se inicia el proceso, antes
comienza el plazo de rehabilitación financiera. Iniciar el cierre del año implicaría que el
nuevo período arranque con cuentas protegidas y con un cronograma claro para la
reorganización financiera. “Desde lo legal, este mecanismo da claridad y seguridad jurídica
para planificar el próximo año, la insolvencia no es un castigo, es un mecanismo legal
diseñado para que las personas puedan ordenar sus obligaciones, reorganizar ingresos y
gastos de manera realista, y recuperar viabilidad financiera con respaldo legal”.
Con relación a los contras de aferrarse a esta ley como persona natural, según
explica la experta, pueden haber consecuencias: “aquí pagas con tus bienes, por tanto hay
deudores que les duele profundamente, pero hay otros que ya no tienen ningún interés por
ellos, por eso los entregan”. Otra consecuencia , es que aun cuando la ley prohíba la
discriminación, los bancos y casas comerciales podrían cerrar sus puertas
momentáneamente. Sin embargo, esto sería por un tiempo, “porque si vuelves a
reinventarte, tener un ingreso bueno, adquieres patrimonio, vuelves a ser un sujeto atractivo
para el mundo financiero. Hay posibilidad de abrir cuentas nuevamente, créditos, pero con
paciencia.”.
Según cifras de la Superintendencia de Insolvencia y reemprendimiento de Chile,
desde su puesta en marcha, la normativa ha permitido que cerca de 60 mil personas y
empresas regularicen sus compromisos financieros a través de procedimientos legales,
transparentes y accesibles.
Entre octubre de 2014 y septiembre de 2025, se registran 12.553 renegociaciones,
con una alta concentración en la Región Metropolitana (44%), seguida por Valparaíso (9%)
y Biobío (8%)
El grupo etario más representativo también se sitúa entre 30 y 44 años (61%), con
ingresos promedio entre $500.000 a $750.000.
Desde su promulgación en octubre de 2014, la Ley 20.720 ha permitido que miles de
personas y empresas afectadas por el sobreendeudamiento encuentren una solución
ordenada de sus deudas, recuperen su estabilidad financiera y se reintegren al sistema
económico.





