Gracias a las nuevas tecnológicas colaborativas, esta innovadora forma de inversión se ha posicionado en países como Colombia y México. En nuestro país el servicio tiene menos años pero muestra un crecimiento sostenido y una buena opción de inversión rentable.
La tendencia de los crowdfunding inmobiliarios llegó a Latinoamérica para quedarse. Así lo demuestran países como Colombia, donde se está construyendo el segundo edificio más alto de la región con financiamiento del crowdfunding BD Bacata, o México que en el 2018 recaudó más de 18 US$ Millones para 136 proyectos pertenecientes a esta nueva tendencia de inversión colaborativa.
Para la empresa de crowdfunding nacional, Lares, el crecimiento de este tipo de proyectos se debe a la masificación de soluciones tecnológicas colaborativas y por otro lado, «el mercado inmobiliario siempre ha sido una alternativa de inversión muy rentable y segura. Hoy en día gracias al crowdfunding está al alcance de un público más diverso”, asevera Gonzalo Asenjo, Gerente de Proyecto de Lares.
Según Asenjo, en Chile los crowdfunding inmobiliarios, han tenido un crecimiento sostenido, pero en menor medida que otras alternativas de crowdfunding. “Esto se debe a que en nuestro país existen grupos económicos con un gran poder adquisitivo (family office, entre otros) los cuales son capaces de financiar numerosos proyectos inmobiliarios, dejando afuera a inversionistas. Es el escenario nacional inmobiliario que queremos cambiar con Lares”, explica.
La empresa Lares se lanzó hace casi un año y ya tiene 3 proyectos financiados la cual, a diferencia de su competencia, realiza todo el proceso a través de su sitio web (www.lares.cl) y cuenta con el monto de inversión más bajo, ya que se puede invertir con tan sólo $500.000. “Desde un punto de vista conceptual, lo que nos motivó a crear Lares y lo que amolda toda decisión estratégica que tomamos, es habilitar el acceso masivo a la inversión inmobiliaria, abriendo esta excelente alternativa a todas las personas”, señala Asenjo.
Además agrega que la reacción de las personas a este nuevo modelo y a las rentabilidades ofrecidas es excelente. “Lo más destacable es la tranquilidad que se transmite a los inversionistas por el hecho de utilizar su dinero en propiedades y de convertirse, literalmente, en dueño de algunos metros cuadrados de un proyecto inmobiliario”.