El país necesitará inversiones por u$s13.742 millones para cumplir las metas de la década. La brecha digital posterga a millones de personas en América Latina. Gobiernos y empresas empezaron a discutir el subsidio a la demanda como una herramienta clave para paliar las consecuencias económicas y sociales. La situación fue planteada por autoridades de REGULATEL y ASIET en el marco del MWC, en Barcelona, con el impulso de Vrio Corp.
Las necesidades de inversión para que Chile pueda cumplir con las metas 2030 de reducción de la brecha digital se han disparado 17%, alcanzando ya los 13.742 millones de dólares, por lo que autoridades y representantes de empresas han empezado a discutir el subsidio a la demanda como herramienta posible para paliar la situación que excluye a millones de personas de la economía digital.
En el marco del Mobile World Congress (MWC) 2024, organizado por GSMA, hubo un debate intenso en un hotel barcelonés entre el Foro Latinoamericano de Entes Reguladores de Telecomunicaciones (Regulatel) y la Asociación Interamericana de Empresas de Telecomunicaciones (ASIET), con el apoyo estratégico de Vrio Corp., casa matriz de DIRECTV Latin America y SKY Brasil.
El encuentro contó con la participación de autoridades de los Gobiernos de Argentina (ENACOM), Bolivia (ATT), Brasil (ANATEL), Chile (SUBTEL), Colombia (MINTIC), Costa Rica (viceministro de Comunicaciones), Ecuador (ministerio de Telecomunicaciones), México (IFT), Panamá (ASEP), República Dominicana (INDOTEL) y Uruguay (URSEC).
Ante los enormes desafíos en la región, Vrio Corp. presentó un estudio que propone mecanismos de estímulo financiero para reducir la brecha digital, con ejemplos de programas exitosos y escalables, e instrumentos concretos para elaborar políticas públicas en un escenario en el que dos de cada tres hogares latinoamericanos tienen limitaciones en términos de inclusión digital por brecha de cobertura, de uso, de calidad de servicio o de acceso a contenido audiovisual.
En América Latina, el 67% de los hogares (71% de la población) tiene acceso a una conectividad significativa, pero en las zonas rurales el porcentaje se desploma al 23% de los hogares (37% de la población), según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Y apenas un tercio de las escuelas tienen el ancho de banda necesario o velocidad de internet suficiente para acceder a contenidos, en tanto en los países OCDE alcanza al 66% del total.
En Chile, la cobertura de red 4G alcanza al 90% de la población, pero casi 2 millones de personas viven sin acceso a la conectividad. Como contrapartida, el nivel de uso de Internet (88,3%) se ubica entre los más altos de la región, es decir que casi todas las personas en zona de cobertura son usuarias de Internet, indica el paper presentado por Vrio Corp. No obstante, solo el 56,9% de la población goza de plena y estable conectividad para trabajar, estudiar y acceder a contenidos informativos, culturales y de entretenimiento.
Pedro Bentancourt, vicepresidente de Asuntos Económicos, Externos y Regulatorios de Vrio Corp, comentó al auditorio: “Un enfoque integral, sostenible y de colaboración público-privada, incorporando políticas de subsidio a la demanda posibilitaría reducir la brecha digital y brindar igualdad de oportunidades a todas las personas independientemente de su ubicación geográfica y condiciones socioeconómicas”.
Al menos 77 millones de personas (23,9 millones de hogares) en América Latina y el Caribe están privadas de acceso a educación, información, periodismo, cultura y entretenimiento, según estimaciones de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), señaló Vrio Corp. en el paper presentado por Bentancourt a las autoridades. En ese escenario, la televisión satelital tiene una respuesta: el uso de contenidos audiovisuales con fines de reducir la distancia entre las posibilidades educativas o digitales disponibles entre sectores urbanos y rurales o entre parcelas pudientes y pobres de una sociedad, dice el documento.
Bentancourt explicó que la distribución satelital de contenidos se destaca como una solución viable para alcanzar aquellas zonas donde ningún otro tipo de infraestructura digital llega hasta ahora. “Para paliar las consecuencias de la brecha digital, el edutainment o entretenimiento educativo es una poderosa herramienta para no seguir postergando las instancias formativas de millones de personas”, comentó.
Una investigación del BID y el Centro de Telecomunicaciones en América Latina (Cet.La) reportó recientemente que para alcanzar en 2030 el 99% de cobertura de 4G (incluida la tecnología satelital), 81% de 5G y 65% de fibra óptica, se necesitan inversiones por 125.462 millones de dólares, un 16% promedio más que lo proyectado a inicios de la década.
En ese contexto, las necesidades de inversiones en Chile para cumplir con las metas 2030 subieron a u$s13.742 millones, un 17% más que lo proyectado a inicios de la década.
Datos sobre América Latina y el Caribe de la UIT indican que la inversión per cápita en telecomunicaciones (2021) fue de solo u$s23,17 en Perú, mientras que alcanzó los u$s30,38 en Ecuador; u$s32,39 en Brasil; u$s38,5 en México; u$s97,41 en Chile; u$s52,9 en Argentina; u$s69,83 en Uruguay; y u$s31,81 en Colombia.
Datos:
- Inversión necesaria para alcanzar las metas de reducción de brecha digital en 2030: Argentina, u$s8.455 millones; Brasil, u$s40,851 millones; Chile, u$s13.742 millones; Colombia, u$s12.091 millones; Ecuador, u$s2.747 millones; México, u$s30.958 millones; Perú, u$s6.432; Uruguay, u$s1525 millones.