Con la histórica alza del IPC en el mes de enero y los innegables gastos de marzo. es fundamental mantener las finanzas ordenadas especialmente cuando existen problemas financieros. Por esta razón toman relevancia 3 conceptos a tomar en cuenta en estos tiempos. Renegociar, Repactar y Refinanciar.
Pueden parecer lo mismo, pero estos tres conceptos son bastante distintos y es muy importante conocer en qué consiste cada uno, porque si existe confusión una persona puede terminar pagando de más.
Renegociar: es una propuesta de pago que presenta el deudor ante la Superintendencia de Insolvencia y Reemprendimiento (Superir), quien actuará como órgano intermediario entre el deudor y sus acreedores. Es un procedimiento gratuito y dirigido a personas naturales, es decir, excluye a empresas (personas jurídicas).
Aunque debemos considerar que se debe cumplir con ciertos requisitos para poder acceder, es muy importante tener en consideración que a través de este mecanismo se pueden lograr nuevas y mejores condiciones de pago para que las personas pueda asumir sus compromisos financieros. Incluso, optar a la condonación de intereses y de parte del capital adeudado, cuotas que se ajusten a la capacidad financiera del deudor.
Cabe destacar que durante el 2020 en Chile se declararon 783 procedimientos de renegociación de personas, de acuerdo a datos de la Superintendencia de Insolvencia y Reemprendimiento.
Repactar: es un acuerdo directo al que llega voluntariamente el acreedor con el deudor. Cuando se recurre a esta alternativa se busca tener nuevas condiciones de pago que permitan cumplir con las obligaciones financieras. Se generan nuevas, pero no mejores condiciones de pago, porque aumenta el capital adeudado, sube la tasa de interés y se extienden los meses para cumplir con el pago de la deuda.
Es importante tener en cuenta que repactar es una condición voluntaria y no puede realizarse unilateralmente por la institución con la que el deudor mantiene un compromiso financiero; esto quiere decir que ambas partes deben estar de acuerdo con las nuevas condiciones de pago.
Refinanciar: implica pedir un crédito para que el monto solicitado cubra todas las deudas que se mantienen con diferentes acreedores, es decir, pedir un nuevo crédito para financiar otros créditos. El propósito es asumir una obligación sólo con una entidad, con una tasa de interés y gasto de administración, en un plazo y monto de cuota adecuado para mi bolsillo. Se debe tener en cuenta que se podrá rebajar el monto de la cuota mensual a pagar, pero también que se extenderán los plazos de pago y los intereses podrían aumentar.
Para Andrea Pino del Área Legal de Morosidades.cl, estos tres conceptos es necesario manejarlos con cuidado. Si bien dependerá de la situación financiera de cada persona, siempre y la mejor opción es Renegociar, ya que se pueden lograr mejores condiciones y seguir siendo sujeto de evaluación para las instituciones financiera, señala la abogada.
En Morosidades.cl hemos visto muchas personas que por tomar malas decisiones están fuera del sistema, siguen acumulando deudas lo que los imposibilita a mejorar su situación financiera. Con nuestro equipo multidisciplinario de expertos tratamos de entregar la mejor solución para aquellas personas con sobreendeudamiento, comenta Pino.